El papa Francisco ha presidido este jueves el funeral del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años, desde las nueve de la mañana en la plaza de San Pedro del Vaticano ante decenas de miles de fieles y autoridades internacionales.
En la homilía de la misa funeral, sencilla y sobria a petición expresa del fallecido, el papa ha destacado la «sabiduría, delicadeza y entrega» que Benedicto XVI «supo esparcir a lo largo de los años».
También ha reivindicado la «búsqueda apasionada» de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a «seguir sus huellas». Unas 50.000 personas han asistido a la misa funeral, oficiada por el purpurado italiano Giovanni Battista Re, entre fuertes medidas de seguridad.
La homilía de Francisco, que ha leído sentado debido a sus problemas de rodilla, comenzó con las palabras «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu», que son las últimas que el Señor pronunció en la cruz, según el Evangelio. Y ha terminado apenas dos horas después, poco antes de las once de la mañana, con la devolución del féretro a la basílica entre aplausos de los presentes.
El pontífice argentino ha presidido lo que es casi una circunstancia inédita en la historia de la Iglesia católica, el funeral de su predecesor. Tampoco es, en todo caso, la primera vez que un papa participa en el funeral de otro. En 1802, Pío VII recibió los restos mortales de Pío VI, fallecido en el exilio en Francia en 1799 y asistió a la solemne misa funeral en San Pedro.
Una liturgia de pontífice
El Papa Francisco celebró la misa con casi 4.000 sacerdotes. Más de 1.000 periodistas de treinta países se han acreditado para cubrir el histórico evento que marca el cierre de una era con la convivencia de dos pontífices.
El funeral ha seguido paso a paso el rito ‘Ordo exequiarum Romani Pontificis’, el mismo que se usaría si fuera un pontífice reinante, aunque con algunos cambios. Por ejemplo, se ha prescindido de las oraciones de súplicas finales, las de la Iglesia de Roma y las Iglesias orientales, que son específicas del Papa activo.
Autoridades internacionales
Como la ceremonia no era un acto de Estado las autoridades civiles acudieron a título personal y solo dos delegaciones tuvieron carácter de oficial: la de Italia y la del país natal de Benedicto XVI, Alemania.
En total, han acudido a San Pedro del Vaticano tres monarcas, nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.
Los restos mortales de Benedicto XVI ocuparán la tumba de su antecesor, Juan Pablo II, en la cripta bajo la basílica de San Pedro.