La reclusa transgénero Amber McLaughlin, acusada de matar a su exnovia en 2003, fue ejecutada este martes en Misuri (Estados Unidos), informa la prensa local.
McLaughlin, de 49 años, fue sentenciada a la pena de muerte por asesinar a puñaladas a su pareja. Previamente el gobernador de Misuri, Mike Parson, rechazó una solicitud de indulto. En su solicitud de clemencia, la reclusa citó problemas de salud mental y una infancia traumática.
El 5 de junio de 2006, McLaughlin fue declarada culpable de tres cargos: asesinato en primer grado, violación forzada y acción criminal armada. Mientras estaba en prisión, el atacante hizo una transición de un hombre llamado Scott a una mujer llamada Amber.
Una infancia llena de abusos: los argumentos de la defensa
La petición de clemencia presentada por sus abogados citó los problemas de salud mental y la infancia traumática de McLaughlin, de los que el jurado nunca escuchó durante su juicio.
Uno de sus padres de acogida le frotó heces en la cara cuando era pequeña y otro la atacó con una pistola paralizante, de acuerdo con los argumentos de los abogados, que también citaron que McLaughlin sufría de depresión severa y que había intentado suicidarse varias veces, desde que era una niña.