Una morsa fue la responsable de que una ciudad entera del Reino Unido tuviera que cancelar el espectáculo de juegos pirotécnicos que tendría lugar en víspera de Año Nuevo.
Su nombre es Thor y lo increíble de su historia es que, en medio de su travesía hacia el ártico, donde vive, decidió parar en la localidad costera de Scarborough (Inglaterra), justo en nochevieja, poniendo en aprietos a las autoridades.
Y es que tanto alboroto causó su presencia, calificada de extraña para los expertos del mundo marino, que el alcalde tuvo que cancelar el espectáculo de fuegos artificiales con el que la ciudad recibiría el 2023, todo, según él, por temor a quebrantar la salud de esta celebridad marina por efecto de la pólvora.
Horas después, Thor abandonaba la ciudad sin siquiera sospechar lo que provocó su visita inesperada y furtiva.
