Un grupo de investigadores ha conseguido inducir la primera hipotermia en monos mediante la manipulación neuronal, lo que podría allanar el camino para la hibernación artificial en humanos y permitir viajes espaciales de larga duración, según detalla un reciente estudio.
Los científicos y astronautas sueñan con descubrir los secretos del Universo y alcanzar los rincones más lejanos del espacio. Pero la realidad es que este es tan grande, que los viajes espaciales de larga distancia durarían miles de años, incluso con las naves espaciales más modernas.
Por ejemplo, si un astronauta viajara a bordo de la sonda de la NASA Voyager 1, se demoraría alrededor de 73.000 años en llegar a la estrella Próxima Centauri, la más cercana al Sol.
Ahora, un experimento en monos cangrejeros (Macaca fascicularis) guiado por científicos del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (SIAT, por sus siglas en inglés) demostró que es posible controlar el cerebro de los primates e inducirlos en un estado de hipotermia controlada.
Los investigadores consiguieron provocar esta hibernación artificial en los primates mediante la manipulación neuronal dirigida del área preóptica (POA, por sus siglas en inglés), una zona que se cree controla la termorregulación.
Algunos monos fueron anestesiados y otros permanecieron despiertos. En ambos casos, la temperatura disminuyó de manera segura, incluso cuando se les aplicó calor externo: «Hemos demostrado que la activación de una subpoblación de neuronas del POA, mediante una estrategia quimiogenética, induce de forma fiable la hipotermia en macacos anestesiados y en movimiento libre», afirmaron los especialistas.
A pesar de sus descubrimientos, los investigadores llegaron a la conclusión de que la termorregulación en estos primates es mucho más compleja que, por ejemplo, en ratones. Estas dificultades deberán ser tomadas en cuenta si es que alguna vez se realizan pruebas de hibernación artificial en humanos, pero todavía queda un largo camino por recorrer.
Este método, tal vez inspirado en películas de ciencia ficción como «Aliens» (1986) de James Cameron, podría ser posible de aplicar durante los viajes espaciales de larga duración.