La ola de frío en la Costa Este de Estados Unidos ha hecho estragos en muchas poblaciones del norte de Nueva York, como es el caso de Hamburgo, donde hemos podido ver la espectacular imagen de un restaurante completamente congelado.
La tormenta ha generado estalactitas en la fachada del establecimiento y las puertas y ventanas están cubiertas de una espesa escarcha.
La región de Buffalo, en las orillas de lago Eirie, es la más afectada por la ola de frío con zonas de hasta 127 centímetros de nieve.
Un fenómeno meteorológico que ha provocado la muerte de más de medio centenar de ciudadanos y que, ante su continuidad, Biden ha decidido proclamar el estado de emergencia como medida para prevenir más fallecimientos y mantener a salvo a los ciudadanos.
La acción del mandatario autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), las competencias para coordinar todos los esfuerzos de socorro en el estado en caso de desastre.
Asimismo, estos organismos estarán encargados de aliviar las dificultades y el sufrimiento causados por la emergencia en la población local, así como a proporcionar la asistencia adecuada para «las medidas de emergencia necesarias» en aras de salvar vidas y proteger la propiedad y la salud y seguridad públicas, además de disminuir o evitar la amenaza de una catástrofe.
El alcance de la tormenta no tiene precedentes, afectando partes del medio-oeste y este de Estados Unidos desde hace seis días. El temporal ha causado cortes de electricidad, cancelación de vuelos y ha convertido en peligrosas las calles y carreteras.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha afirmado que es la tormenta «más devastadora» en la historia de Búfalo, donde han caído cerca de 100 centímetros de nieve. «No puedo exagerar lo peligrosas que siguen siendo las condiciones», ha precisado Hochul, instando a los vecinos a mantenerse alejados de las carreteras en Navidad.