El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha prometido este martes reforzar las operaciones de vigilancia y reconocimiento del Ejército tras la infiltración de drones norcoreanos a través de la frontera durante la jornada del lunes, que provocaron la respuesta de Seúl y elevaron nuevamente las tensiones en la península de Corea.
«Creo que la gente vio claramente el peligro de una política norcoreana que dependía de las buenas intenciones y los acuerdos militares con Corea del Norte», ha dicho, antes de desvelar que las autoridades surcoreanas «habían estado planeando el establecimiento de una unidad de drones para llevar a cabo operaciones de vigilancia y reconocimiento sobre instalaciones militares clave de Corea del Norte y, ante el incidente de ayer, lo aceleraremos lo máximo posible».
En este sentido, ha lamentado que el Parlamento recortara en un 50 por ciento el presupuesto propuesto por el Gobierno para operaciones con drones y ha hecho hincapié en que Seúl reforzará las capacidades anteriormente señaladas «introduciendo drones invisibles avanzados», tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Poco después, el jefe de operaciones del Estado Mayor Conjunto surcoreano, Kang Shin Chul, ha emitido una disculpa pública después de que las fuerzas surcoreanas no pudieran derribar los drones tras irrumpir en su espacio aéreo. «Lamentamos que, pese a que nuestro Ejército detectó y siguió los drones, no pudimos derribarlos», ha manifestado.
Así, ha reconocido que el Ejército tiene limitaciones a la hora de detectar y derribar pequeños drones de vigilancia, si bien ha incidido en que sí puede hacer frente a la amenaza de drones de ataque de mayor tamaño. «Sin embargo, hemos causado preocupación entre el público debido a la insuficiente postura de preparación del Ejército», ha afirmado.
Kang ha incidido en que las Fuerzas Armadas planean utilizar «de forma agresiva» sus capacidades de respuesta, incluida la puesta en marcha de maniobras regulares y la incorporación de plataformas capaces de derribar drones sin causar daños a los civiles. Por otra parte, Seúl intentará hacerse con capacidades «no cinéticas», como sistemas de láser.
Por su parte, Estados Unidos ha reiterado su compromiso con la defensa de Corea del Norte tras el incidente del lunes, que supuso la entrada en espacio aéreo surcoreano de un total de cinco drones de Corea del Norte, incluido uno que llegó a una zona situada al norte de Seúl.
«Reconocemos la necesidad de que Corea del Sur proteja su integridad territorial. El compromiso de Estados Unidos con la defensa de Corea del Sur sigue siendo férreo», ha dicho un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que ha confirmado además consultas «cercanas» con Seúl «en torno a la naturaleza de esta incursión».
El suceso es el primero de este tipo desde 2017, si bien entre 2014 y 2017 Seúl denunció numerosas operaciones de sobrevuelo de drones por parte de Corea del Norte y advirtió de la amenaza militar que suponían estos aparatos, tanto para perpetrar ataques como en operaciones de espionaje. Asimismo, tiene lugar en medio del aumento de las tensiones en la península de Corea tras los últimos disparos de misiles balísticos por parte de Pyongyang.
Las autoridades de Estados Unidos y Corea del Sur acordaron la semana pasada realizar maniobras militares conjuntas «realistas», especialmente ante escenarios de ataque con misiles o armas nucleares por parte de Corea del Norte. El Ministerio de Defensa surcoreano recalcó que las partes prevén, además, ampliar sus ejercicios conjuntos de cara al próximo año tras un encuentro entre altos cargos de Defensa de ambos países.