El rabino Haim Drukman, líder espiritual del sionismo religioso en Israel, murió ayer por COVID-19 a la edad de 90 años, después de ejercer décadas de influencia del judaísmo en los asuntos políticos de Israel.
Fue mentor del líder del partido Sionismo Religioso, Betzalel Smotrich, uno de los principales socios del conservador Benjamín Netanyahu en su inminente gobierno, donde ejercerá como ministro de Finanzas, además de desempeñar un cargo con rango de ministro dentro de Defensa, a cargo de los asentamientos en Cisjordania ocupada.
Junto con otros dos partidos de la misma línea, Poder Judío y Noam, el movimiento del sionismo religioso se ha consolidado como la tendencia política en auge, alineada con una extrema derecha, religiosa y supremacista judía -a menudo racista y homófoba- y fue la tercera fuerza más votada en las elecciones del 1 de noviembre.
Representa ya alrededor del 12 % de la población de Israel y sus apoyos provienen sobretodo del movimiento colono.
“El pueblo judío pierde a uno de los gigantes espirituales de su generación, un hombre justo, un educador, un hombre que dedicó su vida a la Torá, al pueblo judío y a la tierra de Israel”, indicó Smotrich en un comunicado.
El funeral del rabino se celebrará hoy al mediodía en la localidad sureña de Masuot Itzhak, donde se espera que acudan hordas de seguidores.
El primer ministro designado Netanyahu también ofreció sus condolencias a la familia: “El Estado de Israel ha perdido a un gran líder espiritual y yo he perdido a un amigo personal a quien tenía en alta estima”.
Nacido en 1932 en Polonia, escapó de la deportación durante la Segunda Guerra Mundial y en 1944 emigró a la Palestina del Mandato Británico.
Alumno del rabino Tzvi Yehouda Kook, líder espiritual del Gush emounim (Bloque de la Fe), el movimiento que fundó asentamientos en la Cisjordania ocupada después de la guerra de 1967, fue uno de sus sucesores a partir de la década de 1990.
Ingresó a la política en 1977 con el Partido Nacional Religioso, aliado del Likud de Menachem Begin, y sirvió en la Knéset (Parlamento israelí) durante 14 años.
Responsable de las conversiones al judaísmo en la oficina del primer ministro a fines de la década de 1990, Drukman abogó por una política más liberal que la impuesta por el rabinato israelí liderado por los ultraortodoxos.
En 1993, fue herido por un palestino que disparó contra su automóvil, ataque en el que murió su conductor y recibió el prestigioso Premio Israel en 2012 por sus contribuciones a la sociedad.