Dos periodistas que colaboraban con la diócesis nicaragüense de Matagalpa, que dirige el obispo Rolando Álvarez, y que fueron arrestados hace cuatro días, fueron acusados por el Ministerio Público, sin precisar el delito que se les imputa, confirmó el Poder Judicial de Nicaragua.
El Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense fueron identificados como las “víctimas/ofendidos” de Manuel Antonio Obando Cortedano, jefe de medios de la diócesis de Matagalpa (norte), y Wilberto Artola Mejía, periodista del canal digital TV Merced, de esa misma diócesis que dirige el obispo Álvarez, quien se encuentra detenido desde el 19 de agosto y fue acusado recientemente por el presunto delito de conspiración.
La acusación fue presentada en la víspera por el fiscal del caso Luis Carlos Mongalo Roblero ante la titular del juzgado Noveno Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua, Karen Vanessa Chavarría Morales, de acuerdo con la causa divulgada por el Poder Judicial.
La jueza Chavarría Morales es la misma que admitió la acusación en Managua contra el obispo Álvarez, muy crítico hacia el Gobierno del presidente Daniel Ortega, por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.
El jerarca, obispo de la diócesis de Matagalpa, administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, será sentado en el banquillo de los acusados el 10 de enero de 2023, en una audiencia inicial.
En la misma causa se encuentra acusado el sacerdote exiliado Uriel Antonio Vallejos.
Ya fueron arrestados
Los periodistas acusados que colaboraban con la diócesis de Matagalpa fueron arrestados la noche del domingo pasado.
Obando Cortedano era el comunicador que acompañaba en las giras pastorales al obispo Álvarez, y era uno de los que estaba a cargo de las publicaciones de la diócesis de Matagalpa, desde donde se pedía orar por la liberación del jerarca católico y de otros sacerdotes.
En el caso del periodista Artola, colaboraba para el canal TV Merced, que se transmitía por cable y fue clausurado el pasado 27 de junio por orden del estatal Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
El arresto y acusación en contra del obispo nicaragüense, otros siete sacerdotes y ahora a dos colaboradores es el capítulo más reciente de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el Gobierno de Ortega, quien ha tildado de “golpistas” y “terroristas” a los jerarcas.
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
La comunidad católica representa un 58,5 % de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua, según el último censo nacional.9