La guerra de Ucrania avanza hacia su undécimo mes sin que se vislumbre una salida pacífica o negociada en el corto plazo. Es más, la amenaza de un conflicto global entre bloques no deja de sobrevolar el ambiente.
La retórica belicista rusa no ayuda al respecto, y el presidente Vladimir Putin hace constantes referencias a una posible escalada del conflicto que lleve al uso de armas de destrucción masiva en Europa.
Hablando en una conferencia de prensa en Bishkek, en Kirguistán, el líder ruso dijo que si se produjera el caso de que misiles nucleares fueran lanzados contra su país «no quedará nada del enemigo», en declaraciones recogidas por el medio británico The Sun.
Vladimir Putin agregó que Rusia está considerando cambiar su política de Defensa para permitir un ataque preventivo, una estrategia que, según él, es la que adopta Estados Unidos.
«Estamos pensando en un ataque de desarme. Y si estamos hablando de un ataque de desarme, tal vez deberíamos pensar en utilizar los enfoques de nuestros socios estadounidenses», dijo.
Putin aprovechó para criticar al bloque occidental: «Durante muchos años, Occidente explotó y extrajo descaradamente sus recursos, alentó el genocidio y el terror en Donbás y convirtió al país en una colonia».
«Ahora está utilizando cínicamente al pueblo ucraniano como carne de cañón, como un ariete contra Rusia al continuar suministrando armas y municiones a Ucrania, enviando mercenarios y empujándola hacia el suicidio», sentenció el autócrata ruso.