La vida no siempre es fácil para todos, más aún en tiempos donde no hay muchas alternativas y existen restricciones, por ejemplo, durante la pandemia por COVID-19.
Este es el caso de Juan Manuel Gorosito quien pese a estudiar sin parar y mantenerse por sí mismo, encontró en el oficio de repartidor una fuente de ingresos que le permitió cumplir sus sueños
Oriundo de Argentina, desde muy pequeño supo que quería ser arquitecto, sin embargo, el camino para que Juan Manuel lo lograra no fue fácil y tuvo que sortear varios obstáculos para conseguirlos.
“En 2019 me quedé sin trabajo, y arrancó la pandemia al poco tiempo, así que me fui a vivir con otro amigo para poder solventar los gastos durante la incertidumbre laboral y ahí arranqué a trabajar como repartidor”, comenta.
Asegura que le pareció la mejor opción para tener un ingreso económico. Su padre lo ayudó a comprar una moto y empezó como delivery en abril de 2020.
Fue hace menos de un mes que aún seguía trabajando como repartidor, un trabajo que asegura es una experiencia enriquecedora
“De todo se aprende, de estar en la calle, de estar en contacto con los negocios a los que vamos a buscar la comida, las actitudes de las distintas personas, quién te deja propina, quién no; cuando llueve, cuando hace calor, cuando es muy tarde; yo creo que a uno también ese tipo de cosas te van formando un temple y una paciencia para ciertos momentos de la vida”, explica.
Respecto a sus estudios, Juan Manuel explica que trataba de aprovechar al máximo los tiempos para estudiar, mientras organizaba sus turnos para trabajar el mayor tiempo posible.
Gracias a su esfuerzo, cumplió la meta de obtener el título con el que soñaba, y hasta que apareciera una oportunidad laboral continuó con los envíos.
“Estaba repartiendo un día al mediodía y mientras esperaba un pedido en el centro de la ciudad, vi que había una obra y le pregunté a los obreros si había algún arquitecto o ingeniero para hablar con él, y justo había uno que se llamaba Saúl”, manifiesta. “Y le conté que me había recibido en febrero, que estaba buscando trabajo, y me pasó su mail. Le escribí a los 15 minutos mandándole mi currículum y a la dos semanas me llamaron para una entrevista online; después tuve una presencial y finalmente me llamaron para decirme que tenía el trabajo”, revela a pura felicidad.
Desde el 7 de noviembre se desempeña como responsable de compras en una empresa constructora donde realiza cómputos métricos y la compra de materiales.
