Tras el golpe de Estado anunciado horas antes por Pedro Castillo, el pleno del Congreso sesionó de emergencia y declaró la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral.
Por sucesión constitucional, le corresponde a la vicepresidenta Dina Boluarte -quien emitió un tuit rechazando la ruptura del orden constitucional- asumir la jefatura del Estado.