Uno de los síntomas de que Rusia está sufriendo los efectos de las sanciones impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania es la huida de muchos oligarcas y millonarios.
Uno de los últimos en hacerlo es el empresario Vasily Anisimov, que era dueño de la licencia de la marca de vodka Putinka, cuyo nombre homenajea al presidente ruso.
Ahora, tal y como recoge el Mirror, los registros de la empresa en Londres muestran que recientemente Anisimov cambió su ciudadanía de la rusa a la croata, además de que se mudó a Suiza cinco años después de haber regresado a Rusia.
Anisimov, de 71 años, es uno de los pocos magnates cercanos a Vladimir Putin que no ha sido sancionado en Occidente, aunque Ucrania sí lo puso en su lista de oligarcas próximos al régimen.
Anisimov era socio comercial de Alisher Usmanov, amigo de Putin, ex accionista del Arsenal FC, quien, al igual que Arkady Rotenberg, un multimillonario y confidente cercano de Putin, ha sido sancionado.
Anisimov también tuvo relación con Putin a causa de las artes marciales, ya que fue presidente de la Federación Rusa de Judo durante 12 años antes de renunciar el pasado mes de octubre por motivos familiares.
