Tras varios meses en los que España ha llegado a ser uno de los países con tasas de inflación más elevadas del continente europeo, la situación ha dado un vuelco. España se ha convertido en el país de la Unión Europea con una tasa más baja de inflación. La caída del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en noviembre hasta el 6,6% coloca al país por debajo de Francia que llevaba varios meses ocupando el primer puesto de la lista.
Una noticia que se solapa con el primer soplo de aire fresco sobre los precios de la eurozona en casi año y medio. La inflación de los países del euro decreció en noviembre por primera vez en 17 meses tras pasar de un 10,6% interanual en octubre a un 10% en noviembre, según ha informado la agencia estadística europea Eurostat.
El dato de IPC armonizado a nivel europeo de noviembre ha sido más bajo que en octubre en 14 países, mientras que solo se ha incrementado en tres (Finlandia, Eslovenia y Eslovaquia). La pequeña tregua inflacionaria que se ha vivido en las cuatro grandes economías del euro ha contribuido a arrastrar hacia abajo el índice de la eurozona. En Italia el IPC se ha reducido una décima, en Alemania ha caído dos, mientras que en España la bajada ha sido de las más pronunciadas: seis décimas.
Las bajadas en el precio de la energía vistas desde agosto son el principal motivo de este descenso, dado que el resto de los precios se han mantenido estables o incluso han aumentado. Desde la consultora Oxford Economics apuntan que es «muy probable» que al frenazo de este mes le sigan otros en el futuro, dado que la energía comienza a tomar un papel desinflacionista.