Finalmente, el Parlamento francés no ha llegado a votar sobre si prohibir las corridas de toros, la proposición de ley para abolirlas fue retirada a última por la falta de apoyo parlamentario. Fue a petición de su promotor, un diputado de izquierdas de la Francia Insumisa.
De haberse llegado a votar, el asunto no habría estado claro. Al contrario que en España, donde a grandes rasgos las corridas tienen más defensores en la derecha que en la izquierda, en Francia a donde llegaron en el siglo XIX todo está mucho más mezclado.
El Gobierno de Emmanuel Macron ha manifestado su oposición a la prohibición de las corridas. Y sin embargo, según las encuestas, más del 80% de los franceses está a favor de abolirlas.
Claro que en realidad las corridas de toros sí están prohibidas en «casi toda» Francia. La legislación, que las considera maltrato animal, sólo contempla una excepción. Es en las regiones del sur, donde se considera que hay una tradición cultural. Esa excepción recibió en el año 2000 el respaldo de una decisión judicial que ha sentado jurisprudencia.
A este lado del Atlántico, además de en España y en esa parte de Francia, las corridas son legales en Portugal (donde no se mata al toro); y al otro, en Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.
Las celebraciones taurinas están prohibidas por ley en muchos países, como Argentina, Canadá, Cuba, Dinamarca, Italia y Reino Unido, según recoge Humane Society International. Está organización calcula que cada año mueren en corridas aproximadamente 250.000 toros.