Las autoridades ucranianas decidieron este viernes ordenar la evacuación de los hospitales de la ciudad de Jersón, en el sur del país, debido a los constantes bombardeos rusos contra infraestructura civil en esta urbe, de la que las tropas rusas huyeron hace dos semanas ante la ofensiva desplegada por las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
«A causa de los bombardeos rusos constantes, estamos evacuando a los pacientes de los hospitales de Jersón», indicó en Telegram Yaroslav Yanushevich, que dirige la administración militar de esa región. La autoridad informó que en los ataques del jueves diez personas perdieron la vida y 54 resultaron heridas, luego de que los proyectiles alcanzaran edificios residenciales. En los bombardeos del viernes, 15 murieron y una treintena quedó con lesiones.
Dos barrios de Jersón se encuentran bajo «intenso fuego de artillería”, dijo Yanushevich, mientras que el Ejército ha advertido que los ataques podrían intensificarse mientras los invasores refuerzan posiciones al otro lado del río Dnipro. Uno de los proyectiles que cayó el jueves impactó directamente en una zona de juegos infantiles.
De 300.000 a 80.000
La mañana de este viernes, varias personas miraban los restos de lo que eran sus casas y locales comerciales. Algunos cuerpos aún yacían en las calles, a la espera de ser retirados. Durante su huida de la ciudad que juraron nunca abandonar, los rusos destruyeron infraestructura crítica, dejando a los habitantes sin agua ni electricidad.
Las autoridades han pedido a los 80.000 ucranianos que siguen en la ciudad (que tenía una población de 300.000 antes de la invasión rusa) que abandonen temporalmente sus hogares, pero muchos dicen que no tienen dónde ir. «Ahora el Ejército ucraniano está acá y con ellos esperamos que esto sea más seguro”, dijo a la agencia AP Ihor Novak, un vecino que miraba los restos de los edificios destruidos por los invasores.