Irán desplegó tanques y a sus fuerzas especiales de los Guardianes de la Revolución en las regiones kurdas del país, escenario de altercados recientes con facciones armadas de la oposición.
“En este momento, unidades blindadas y fuerzas especiales del ejército de tierra de los Guardianes de la Revolución están saliendo hacia las fronteras del oeste y del noroeste del país”, afirmó el general Mohamad Pakpur.
El martes, el general Pakpur había “aconsejado” a los habitantes de cerca de las “zonas adyacentes a las bases de los grupos terroristas” que las “evacuaran” para no “resultar heridos en operaciones de los Guardianes”, el ejército ideológico de la República Islámica.
Desde el domingo, los Guardianes de la Revolución han atacado con misiles y drones kamikazes en dos ocasiones a las bases de varios grupos armados de la oposición kurda iraní, radicados desde hace décadas en el Kurdistán iraquí.
Sin embargo, Irán afirmó que no reconoce la misión independiente aprobada este jueves por la ONU para investigar violaciones de las libertades fundamentales en las protestas desatadas tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini.
“La República Islámica de Irán considera innecesaria y una violación de la soberanía nacional la formación de cualquier mecanismo para examinar los hechos de los dos últimos meses en Irán y no reconoce la misión establecida para ello”, indicó el Ministerio de Exteriores iraní.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó la creación de una misión independiente de investigación que tendrá como objetivo “recoger y analizar evidencias” de violaciones de los derechos humanos en la represión que ha causado ya más de 300 muertos -entre ellos 40 niños- y cerca de 15.000 detenidos.