Transportistas de buses rapiditos de Tegucigalpa, protestan en diferentes colonias capitalinas, exigiendo que se pare el flagelo del cobro de extorsión, por parte de grupos antisociales.
En medio de la caravana, que se dirige hacía Casa Presidencial en Tegucigalpa, los transportistas llevan dos ataúdes, en representación de los transportistas que han sido asesinados, producto de la violencia que impera en el territorio hondureño.
El sector transporte, espera ser recibido por la presidenta Xiomara Castro, para recibir una pronta respuesta de apoyo al combate del cobro del «impuesto de guerra».
Los dueños de buses rapiditos, manifiestan que esta criminalidad contra el sector transporte, se ha agudizado en la administración de la primera mujer presidenta, Xiomara Castro.
Hasta cuatro rentas pagan los transportistas a grupos antisociales, que atemorizan a través de celulares móviles.