El gobierno de Argentina definió las características del duelo nacional dispuesto por la muerte de la histórica presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
A través de un decreto publicado esta mañana en el Boletín Oficial y firmado por Alberto Fernández, Juan Manzur -jefe de Gabinete- y Martín Soria -ministro de Justicia-, la administración pública declaró tres días de homenaje que empezaron a correr el domingo, fecha del fallecimiento de la titular del organismo de derechos humanos.
“Durante los días de duelo la Bandera Nacional permanecerá izada a media asta en todos los edificios públicos”, se precisó en el artículo 3.
Además, el Secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, expresará formalmente las condolencias del gobierno nacional a la familia de Bonafini.
No hay más definiciones, por lo que tanto dependencias públicas como privadas funcionarán normalmente durante los días de duelo. También habrá clases como sucede habitualmente, excepto por los colegios que definieron horarios especiales por el partido que jugará mañana la Selección en el inicio del Mundial de Qatar 2022.
En los considerandos del acto administrativo, se enumeraron los argumentos que impulsaron al gobierno nacional a adoptar esta decisión. “Hebe de Bonafini se convirtió en una figura de orden internacional; no hay país en el mundo que no conozca los trágicos años del terrorismo de Estado en Argentina y que no haya visto a las Madres de Plaza de Mayo como un símbolo de la lucha por los derechos humanos”, se destacó.
“Con enorme valentía, con inmenso coraje, con su búsqueda infatigable, su lucha de décadas generó una sociedad mejor, que lleva a los derechos humanos como un elemento de su propia identidad nacional”, agregaron.
Datos biográficos de una luchadora social ejemplar
Hebe de Bonafini, la madre de dos hijos desaparecidos, defensora y activista de los derechos humanos, nació en 1928 un barrio obrero de la localidad de Ensenada, la provincia de Buenos Aires, y hubiera cumplido 94 años el 4 de diciembre próximo.
Una mujer de orígenes humildes, luchadora social infatigable y especialmente polémica en sus declaraciones, su legado al frente de Madres de Plaza de Mayo ocupa un lugar central en la historia reciente de Argentina.
El 29 de diciembre de 1942, a los 14 años, se casó con Humberto Alfredo Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
El 8 de febrero de 1977, durante la última dictadura cívico militar, su hijo Jorge Omar fue secuestrado y desaparecido en La Plata.
El 6 de diciembre de ese mismo año ocurrió lo mismo con Raúl Alfredo, en Berazategui. Un año después, el 25 de mayo de 1978, la dictadura militar también secuestró y desapareció a su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
El 30 de abril de 1977, dieciséis mujeres marcharon, tomadas del brazo, alrededor de la Pirámide de Mayo en protesta frente a la incertidumbre del paradero de sus hijos desaparecidos.
Sus caminatas semanales se convirtieron en un símbolo de la lucha por los derechos humanos y contra la dictadura militar.
Una de ellas era Hebe de Bonafini, quien fundó la asociación Madres de Plaza de Mayo para visibilizar la desaparición de personas durante la última dictadura.
«Somos una organización política, ahora con un proyecto nacional y popular de liberación», destacaba la propia Bonafini.