El secretario general de la ONU, António Guterres, abogó en la COP27 por un acuerdo «ambicioso» sobre las pérdidas y daños causados por el cambio climático y pidió apoyo financiero para que los países pobres puedan enfrentar el calentamiento global.
«Existe claramente una falta de confianza entre el Norte y el Sur», dijo Guterres en una rueda de prensa en la conferencia del clima de la ONU (COP27) en Sharm el Sheij (Egipto).
«La manera más efectiva de reconstruir esa confianza es mediante un acuerdo ambicioso y creíble sobre las pérdidas y daños y el apoyo financiero a los países en vías de desarrollo», agregó.
Guterres efectuó sus declaraciones en pleno bloqueo de las negociaciones en la conferencia, que en principio debe culminar sus trabajos el viernes.
«No es el momento de recriminaciones. Echarse la culpa unos a otros es la receta de la destrucción mutua asegurada», advirtió.
«El tiempo de hablar de pérdidas y daños y finanzas se acabó. Necesitamos acción», insistió Guterres, que acaba de participar en una cumbre del G20 de potencias industrializadas y emergentes en Bali (Indonesia).
«El reloj del clima no para»
El secretario general de la ONU pidió a los países que mantengan su compromiso con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 1,5ºC respecto a la era preindustrial.
Ese objetivo, pactado en París en la COP de 2015, parece alejarse rápidamente ante el consumo revigorizado de las energías de origen fósil.
«No se trata simplemente de mantener el objetivo de 1,5ºC vivo: se trata de mantener a la gente con vida», subrayó Guterres.
Otro de los temas controvertidos de la negociación en Sharm el Sheij es la promesa incumplida de los países más industrializados de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo, para financiar los recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático.