Para muchas personas, los perritos son unas de sus mascotas favoritas. Tanto es el amor hacia estos peluditos que incluso afirman que son sus “perrhijos” y por ello son criticados por tratar a sus canes como bebés,
Sin embargo, la ciencia indica que podrían estar en un acierto al hacer esto ya que este tipo de prácticas hace que entiendan más y por consiguiente, obedezcan.
En 2018, Alex Benjamin y Katie Slocombe de la Universidad de Nueva York realizaron un estudio en el que concluyeron que el tono usado al hablarle a los perritos tiene muchísima importancia y acuñaron el término “Dog Directed Speech” o “Discurso Dirigido a Perros”; esto tiene mucha relación con las formas con las que aprenden los niños en sus primeras etapas de vida.
Antes se creía que estos animales responden mejor a voces graves asociadas a los hombres, pero actualmente eso está muy alejado de la realidad, porque en su análisis Katie y Alex descubrieron que tanto mujeres como hombres tienen el mismo nivel de mando.
«El hecho de atender de forma diferente de la voz de una mujer o un hombre estaría estrechamente relacionado con las experiencias previas (positivas o negativas) que el cánido haya experimentado en su vida», refirió hace un par de años el biólogo Mario Gallego-Abenza, Biólogo Investigador en el departamento de Biología Cognitiva de la Universidad de Viena.
“Adiestrar a nuestras mascotas a gritos o elevando el volumen de nuestra voz puede llevarnos a conseguir el efecto contrario, y es que nos teman o se asusten», aclaró Mario Gallego en esa misma ocasión. Otros expertos también están de acuerdo en que los golpes y las malas palabras de poco sirven, ya que sólo estresan al “lomito” o incluso pueden ponerlo en una actitud violenta.