Los barcos de cuatro ONG aguardaban el sábado (05.11.2022) frente a las costas de Italia a la espera de desembarcar a unos 1.100 inmigrantes salvados en el Mediterráneo central, en medio del mal tiempo, la escasez de agua y víveres, y la negativa de las autoridades italianas de permitirles el desembarco.
El gobierno italiano, que encabeza la ultraderechista Giorgia Meloni, ha permitido a estas naves humanitarias entrar en aguas territoriales de Italia para guarecerse del temporal desatado en el canal de Sicilia, pero les prohíbe atracar en un puerto y desembarcar a los rescatados, que están en un limbo.
En estos momentos hay cuatro naves frente a las costas orientales de Sicilia. Tres de ellas han aceptado entrar en aguas italianas: la Humanity 1, con bandera alemana, a Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) y bandera noruega, y la también alemana Rise Above. Una cuarta nave, la Ocean Viking, de SOS Méditerranée con bandera noruega, permanece frente a la ciudad de Catania.
Entretanto, la situación se agrava y en el caso del Rise Above, la pasada noche se vivieron algunos momentos de tensión y peleas entre los inmigrantes fruto de la desesperación, el frío y la lluvia, explicó su capitán, el español Marco Antonio Martínez.
Víveres y agua racionados
En el Geo Barents empiezan a escasear los víveres. Hay tres embarazadas, más de 60 menores de edad, uno de ellos de 11 meses.
«Hemos tenido que racionar el agua porque no hay suficiente, dada la presencia prolongada a bordo de casi 600 personas. Nuestro suministro de alimentos se está agotando y esto es simplemente inaceptable», dijo la responsable de comunicación, Candida Lobes.
El capitán del Humanity 1, Joachim, pidió «urgentemente» un puerto seguro en el que desembarcar porque la situación es precaria, con 179 inmigrantes que llevan casi dos semanas en cubierta y, además, en «poco tiempo» la embarcación se quedará sin comida.