Se consumó la tragedia. El Barcelona se quedó por segundo año consecutivo fuera de la Champions League en la fase de grupos y tendrá que irse a la Europa League.
No hubo milagro. Aunque en Can Barça algunos decían que había alguna esperanza de clasificarse, lo decían con la boca pequeña y más por el deseo que por la realidad. El Inter de Milán no falló. Tenía que ganar al Viktoria Plzen, el peor equipo del grupo que se presentaba en el Giuseppe Meazza con cuatro derrotas y un balance de tres goles a favor y 16 en contra, y lo hizo por la vía rápida ya que al descanso ya vencía por 2-0.
Lo de la pasada temporada se podía prever teniendo en cuenta el estado del equipo, pero lo de esta campaña no entraba en el guión. A base de palancas, la Directiva culé había logrado fichar a varios jugadores de alto nivel como Lewandowski, Raphinha, Koundé, Christensen, Marcos Alonso, Kessié y Bellerín.
Para ello se gastaron más de 150 millones y formaron un equipo competitivo dispuesto a luchar por todos los títulos, algo que pensaban todos los culés después del arranque del equipo.
Un sorteo sin piedad
¿Qué es lo que ha sucedido para este nuevo batacazo? Es un cúmulo de factores. No hay un único motivo, pero la realidad es que el Barcelona no ha estado a la altura de la Champions y se ha quedado fuera. En primer lugar, el sorteo no fue benévolo con el equipo azulgrana. Quedó enclavado en el grupo más difícil. Opiniones aparte, es el único en el que había tres campeones de Europa. El Bayern es uno de los favoritos para ganar la competición y el Inter era el rival más complicado del bombo tres. Mala cosa para empezar.
Equipo en formación
Se ha demostrado que el equipo no está todavía a la altura de los mejores de Europa por mucho que se lanzaran las campanas al vuelo en las primeras semanas. Está todavía en fase de formación con la adaptación de esos siete fichajes antes reseñados. Le faltó instinto asesino para dar el golpe en el partido frente al Bayern en Múnich. Pudo sentenciar en la primera parte, pero sus increíbles fallos los aprovechó el equipo bávaro para sentenciar en la segunda mitad. Primeros tres puntos fuera.
Un arbitraje determinante
Con ese resultado y el triunfo del Bayern sobre el Inter, el segundo puesto quedaba prácticamente en una eliminatoria directa en los dos enfrentamientos contra los italianos. Aquí hubo dos factores. En primer lugar, un mal arbitraje en Milán que perjudicó claramente al Barcelona. No vale como excusa, pero de manera puntual tuvo su influencia.
Fragilidad defensiva
Más grave fue el partido en Barcelona donde los azulgranas se lo jugaban todo. Porque fue en ese partido en el que perdió realmente sus opciones de clasificarse. Los errores defensivos fueron impropios de un equipo que quiere estar en las rondas finales de la Champions. Hubo fallos individuales en todos los goles y el Barcelona desperdició la ventaja que tuvo con el gol inicial de Dembélé.
Lesiones en la zaga
No se puede obviar el tema de las lesiones. Xavi se quedó sin Koundé, Araujo, Christensen y Bellerín para los partidos frente al Inter. Demasiadas bajas para partidos tan importantes. Y fueron determinantes a raíz de lo que se vio en el Camp Nou frente a los italianos. Sin tantas bajas seguro que no se hubieran cometido tantos errores.
Rendimiento decreciente
El resultado de todas estas circunstancias es que el Barcelona se queda fuera de la Champions. Un golpe durísimo para un equipo que quería renacer de sus cenizas en esta temporada. Cada año va peor. Desde su eliminación en las semifinales ante el Liverpool en la 18/19, su trayectoria ha sido la siguiente: cayó en cuartos anye el Bayern (19/20), en octavos contra el PSG (20/21) y estos dos años en fase de grupos. Esta temporada a falta de dos partidos por jugar.
Problema económico
Una eliminación que es dura a nivel deportivo, pero también en el plano económico. El Barcelona tenía presupuestado llegar a cuartos en Champions por lo que perderá 20,6 millones en el balance, aunque algo recuperará en la Europa League. El problema es que dos años quedando fuera de las eliminatorias de Champions hace que los patrocinadores se cuestionen seriamente invertir en el club azulgrana.