Tres primeros ministros en menos de tres meses, una economía estancada y un costo de vida que se dispara, perjudicando a los sectores más vulnerables: el Reino Unido está atravesando una de sus peores crisis de los últimos años, y todo en medio de la guerra en Ucrania, que ha golpeado al suministro de energía mientras el mundo apenas se estaba recuperando de la pandemia de covid-19.
Rishi Sunak, un exbanquero multimillonario que ya había ejercido como ministro de Finanzas, acaba de asumir como primer ministro tras la renuncia de Liz Truss, quien a su vez había reemplazado a Boris Johnson luego de su dimisión, y no hay ninguna certeza de que pueda maniobrar con éxito esta crisis económica y política.
Sunak, el flamante primer ministro británico, pertenece al Partido Conservador, uno de los más antiguos del Reino Unido, al igual que sus antecesores directos Liz Truss y Boris Johnson.
El mandato de gobierno proviene del triunfo de los tories —como se conoce también a los miembros de esta fuerza que gobernó por primera vez en 1834— en las elecciones anticipadas de 2019, en las que fueron el partido más votado.
Reino Unido
Las elecciones significaron un cambio de liderazgo mediante el ascenso de Johnson, pero el Partido Conservador ya estaba, de hecho, en el poder con Theresa May, quien renunció en 2019 en medio de un conflicto con el parlamento.
De hecho, los tories llevan más de 12 años en el poder: vencieron al Partido Laborista en 2010, tras lo cual David Cameron se convirtió en primer ministro. En total, fueron cinco primeros ministros en este actual período, y contando.
Antes de eso, los laboristas habían gobernado por 13 años, durante los gobiernos de Tony Blair y luego Gordon Brown, y su derrota en las elecciones de 2010, que significó el ascenso de Cameron, fue todo un giro y cambio de época en el Reino Unido.
La seguidilla de tres primeros ministros conservadores en tres meses, surgidos de elecciones anticipadas luego de la también caótica salida de Theresa May, parecen estar mostrando las tensiones acumuladas entre los tories, y las últimas encuestas muestran que el Partido Laborista podría ganar las elecciones con una mayoría histórica, se si realizaran comicios anticipados —las elecciones generales deberán ocurrir entre 2024 y 2025—.
Los conservadores, sin embargo, están decididos a continuar en el cargo y para eso han elegido a Sunak.
El impacto del brexit
Este último período conservador no puede pensarse, sin embargo, sin el brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea concretada en enero de 2020
El referéndum para decidir sobre el brexit se realizó en 2016 tras años de presiones de sectores euroescépticos, y allí comenzó la primera de una serie de crisis políticas y renuncias: Cameron, que había apoyado la permanencia en la UE, dimitió tras conocerse el resultado favorable a la salida.
May, quien también apoyaba inicialmente la permanencia, aceptó luego administrar el largo proceso de salida, pero su proyecto de acuerdo con la UE no fue satisfactorio para nadie y el parlamento lo rechazó tres veces, tras lo cual renunció.
Su reemplazo, Johnson sí había sido uno de los principales promotores del brexit y logró concretar la salida. Pero luego llegó la pandemia de covid-19, los confinamientos, la caída de la economía y los escándalos por las fiestas ilegales en las que participaron el primer ministro y otros funcionarios.
La pandemia de covid-19
Reino Unido fue uno de los países europeos más golpeados por la pandemia de covid-19, que ha dejado hasta la fecha más de 209.000 muertos y más de 24 millones de contagios, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
El llamado partygate, el escándalo en torno a las fiestas ilegales de Johnson y sus colaboradores realizadas en medio de los confinamientos obligatorios, dañaron enormemente la imagen del gobierno conservador, así como también su manejo de la pandemia.
Johnson sobrevivió, sin embargo, al partygate, pero quedó golpeado, y el primer ministro finalmente anunció su renuncia en julio de este año en medio de otro escándalo por presunto abuso por parte del vicejefe de bancada y colaborador cercano Chris Pincher, lo cual fue primero negado y luego reconocido por el gobierno.
Una economía estancada
El impacto económico de la pandemia llegó en un momento difícil para la economía británica, que había sufrido duros golpes tras la votación positiva del brexit, por las expectativas, y, tras la concreción de la salida en 2020, debido a efectos concretos como la falta de mano de obra y los costos operativos.
Después de un fuerte y largo período de crecimiento iniciado en la década de 1980, el crecimiento del Producto Interno Bruto del Reino Unido se ha desacelerado fuertemente o incluso estancado en los últimos años, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Los efectos de la pandemia de covid-19 en las cadenas de suministro y la consiguiente inflación en todo el mundo han tensado aún más la situación.
Truss, precisamente, asumió en reemplazo de Johnson prometiendo restaurar el crecimiento, y para eso anunció un controversial plan basado en la reducción de gastos y de impuestos —apodado «Trussonomics»—, sumado a un aumento de la deuda pública.
Pero este plan fue visto como beneficioso especialmente para las grandes corporaciones, en un contexto de alto costo de vida y creciente presión de las tarifas energéticas, y se generaron dudas sobre cómo sustentar los recortes fiscales, y la libra esterlina comenzó a caer frente la dólar.
El golpe de la guerra en Ucrania
El último gran golpe a la economía británica fue propinado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia iniciada el 24 de febrero, que provocó fuertes subas en los precios del gas natural, el petróleo y los alimentos.
Este aumento general del costo de vida, que en Reino Unido ya era notablemente alto, ha perjudicado principalmente a los sectores de menores ingresos y tensando aun más la situación interna en el país: la inflación en el país llegó en septiembre al 10% interanual, su valor más alto en 40 años
En este contexto, Sunak dijo en su primer discurso como primer ministro que el Reino Unido estaba en una «profunda crisis económica» y que deberá tomar «decisiones difíciles» en el futuro inmediato.