China aplicará un sistema de medidas para aumentar la baja tasa actual de fertilidad, según expertos citados hoy por la prensa local, que subrayaron la necesidad de conseguir que los jóvenes cambien la opinión de que tener hijos «no vale la pena».
Durante el recientemente finalizado XX Congreso del Partido Comunista Chino, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que «aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza».
Políticas como el permiso para tener un tercer hijo, aprobado en 2021, «no han tenido el resultado esperado», explicó el profesor de sociología de la Universidad de Pekín Liu Jiehua, citado por China Daily.
El profesor hizo hincapié en la importancia de «crear una sociedad que favorezca la fertilidad en todos los aspectos, desde el apoyo financiero hasta la cultura» y en identificar «medidas regionales» que funcionen y «elevarlas a nivel nacional».
Cita ejemplos como la localidad de Panzhihua (centro), una de las primeras en asignar una paga a las familias con más de un hijo.
Sin embargo, el profesor de demografía Yuan Xin avisó en declaraciones recogidas por el mismo rotativo de que el aumento de las tasas de fertilidad «es un proceso naturalmente lento».
Yuan exhortó a las autoridades que «investiguen las necesidades y opiniones de las familias y que adapten las políticas a sus demandas».
La tasa de fertilidad del gigante asiático cayó por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 en 1992 y en 2020, hasta el 1,3.
Tras décadas imponiendo la política de un solo hijo y posteriormente ampliarla a dos, China permite desde el año pasado a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que muchas mujeres deciden dar a su carrera laboral.
La Comisión Nacional de Sanidad de China confirmó el pasado verano que la población del país, el más poblado del mundo, experimentará un crecimiento negativo antes de 2025.
Expertos internacionales han vaticinado que la vecina India, con una población de unos 1.380 millones de habitantes en la actualidad, superará a China en un futuro cercano para convertirse en el país más poblado de la Tierra.