Los efectos de las elecciones presidenciales en Brasil, cuya segunda vuelta se celebra este domingo 30 de ocubre, han llegado a la selección de fútbol. El claro posicionamiento público de Neymar en favor de Jair Bolsonaro, líder de la extrema derecha y del Partido Liberal y actual presidente del país, contrasta con la postura que mantienen Richarlison, que acusa a la derecha de apropiarse de la camiseta de Brasil, y el seleccionador Tite, quien fue calificado como “comunista” por los partidarios de Bolsonaro.
Neymar ha pedido el voto para Bolsonaro, lo que provocó la reacción del candidato de la izquierda, Lula da Silva, expresidente de Brasil y que concurre a las elecciones por el Partido de los Trabajadores. “Neymar tiene derecho a elegir a quien quiera para ser presidente. Creo que tiene miedo de que si gano las elecciones me entere de lo que le perdonó Bolsonaro de su impuesto sobre la renta. Creo que por eso es por lo que me tiene miedo”, declaró Lula.
Neymar justifica su apoyo a Bolsonaro por la defensa que el político de extrema derecha hizo de él cuando fue acusado de violación en 2019. “Sentí en mi corazón que debía devolverle el mismo cariño. Así que estoy haciendo lo mismo: creo en el presidente. Sin conocernos personalmente, me mostró su cariño y puso el pecho y la cara por mí. Ahora estoy haciendo lo mismo por él. El Mundial está cerca. Sería maravilloso: Bolsonaro reelegido, Brasil campeón y todos felices”, declaró Neymar, que piensa dedicar su primer gol en Qatar, si lo marca, a Bolsonaro, a quien aseguró que si ganan el Mundial le llevará la Copa a la sede del Gobierno en Brasilia.
La apropiación que la extrema derecha brasileña quiere hacer de la camiseta de la selección, que utilizan como un símbolo para representar esa ideología, es algo que no gusta a Tite y tampoco al delantero Richarlison, del Tottenham. “Esa no es mi batalla. La batalla del fútbol es la de la educación, la competencia para ser mejor, pero con límites éticos, para ser el más osado y el más creativo, la de respetar nuestros orígenes. Que esa gente se quede con esa batalla, no la transfieran para mí”, declaró Tite al respecto.
Richarlison también se posicionó en su momento en contra de la utilización política de la camiseta de Brasil, algo que en su opinión supone una pérdida de “identidad” de unos colores que deberían ser “de todo el mundo”. El futbolista del Tottenham se ha destacado por sus ayudas a la comunidad en el estado de Espírito Santo en el que nació, donde ayuda a financiar los estudios a jóvenes con dificultades. En la etapa más dura de la pandemia por la covid-19, y por cuya gestión tantas críticas recibió Bolsonaro, el delantero del Tottenham ayudó a comprar respiradores de oxígeno para los hospitales de Manaos.