Durante el mensaje dominical, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, exhortó a los hondureños que explotan a los migrantes que se arrepienta de ese grave pecado.
«Que, triste que el pobre explote al pobre, eso no puede darse en nuestra Honduras. Qué vergüenza para aquellos que, abusando de la autoridad explotan a los pobres migrantes, eso es un pecado gravísimo, arrepiéntanse explotadores», dijo el máximo líder de la Iglesia Católica de Honduras.
El cardenal pidió a los feligreses no descuidar la actividad misionera, sobre todo, la de los migrantes, quienes están ingresando de manera irregular al país, en su paso en busca del sueño americano.
Enfatizó que el papa Francisco a los jóvenes les dijo: «hoy como en los inicios necesitamos salir al encuentro de cada persona, más aún es nuestra misión hacerlo, especialmente a las personas alejadas y a las que sufren, por tanto, debemos llegar a las periferias existenciales de nuestro mundo».
Entre mil 300 y mil 500 migrantes son atendidos a diario en Honduras, cifras grandes en comparación con el año anterior.