Aunque mosquitos, aves y murciélagos han sido los agentes transmisores que han generado brotes infecciosos mortales en el mundo, un nuevo estudio advierte que la próxima pandemia podría ser causada por algún virus que habite en el hielo o permafrost derretido por el calentamiento global.
La investigación realizó análisis genéticos del suelo y los sedimentos del lago Hazen, el lago de agua dulce más grande del Ártico, y halló que hay grandes posibilidades de que los glaciares que se derriten por el calentamiento global liberen nuevos virus y bacterias con mayor potencial de infectar a nuevos huéspedes, sobre todo criaturas que habiten las zonas más cercanas a los polos.
Investigadores de la Universidad de Ottawa en Canadá analizaron muestras de agua del deshielo en el lago y examinaron marcas de ARN y ADN para encontrar segmentos que coincidieran con virus conocidos y sus posibles hospederos. Luego usaron un algoritmo para determinar la probabilidad de que estos virus pudieran infectar a grupos de seres vivos.
Los autores del estudio no han determinado si esos virus tendrían la capacidad para iniciar realmente una infección, ni cuantificaron cuántos de los que hallaron eran previamente desconocidos, algo en lo que trabajarán en los próximos meses.