La Homilía Dominical fue presidida por el monseñor Theodoro Gómez y se basó en poder orar siempre sin desanimarse.
Asimismo, en el mensaje se mencionó la parábola de una viuda, misma que confiaba en la justicia y elevaba sus oraciones.
Además, ella representaría a los pobres y a los indefensos, inspirando a orar y creer que somos escuchados por un Dios bondadoso,