Los manifestantes volvieron a salir este sábado a las calles en varias ciudades de Irán para denunciar la muerte de la joven Mahsa Amini, desafiando la sangrienta represión de las protestas que se iniciaron hace un mes.
Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, murió el 16 de septiembre, cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la moral en Teherán por supuestamente infringir el estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.
Las autoridades afirman que la joven murió de una enfermedad y no de «golpes», según un informe médico rechazado por su padre. Según su primo, murió tras «un violento golpe en la cabeza».