Una mujer de nacionalidad japonesa mantenía una relación por internet con un hombre ruso, luego de tener comunicación por la plataforma virtual LINE.
Después de algunos meses de conocerse, el hombre le pidió matrimonio a la ciudadana, no sin antes realizar una peculiar petición.
Supuestamente, el astronauta requería una cuantiosa suma de dinero para poder regresar a la tierra y dejar la estación espacial donde se encontraba.
Conmovida por su situación, la pobre mordió el anzuelo y le transfirió 4.400 millones de yenes, lo que equivale a casi 4 millones de dólares,
Este valor alcanzaría para cubrir el costo del «cohete que lo transportaría» y “las tarifas de aterrizaje”.
Tras la consignación, el hombre no regresó como lo había prometido y, para colmo del descaro, continuó pidiendo más dinero.
La japonesa reportó la estafa a las autoridades pero hasta el día de hoy no dan con el estafador.

