El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, declaró este viernes el estado de emergencia ante la “crisis humanitaria” generada en la ciudad por la llegada de al menos 17,000 solicitantes de asilo enviados en autobuses por las autoridades de Texas.
«Una ciudad que se recupera de una pandemia mundial que aún sigue se ve desbordada por una crisis humanitaria causada por la mano del hombre», dijo Adams en una rueda de prensa, «estamos al borde del precipicio. Necesitamos ayuda. Y la necesitamos ahora».
«Los neoyorquinos siempre hemos velado por nuestros hermanos y hermanas migrantes. Nos vemos a nosotros mismos en ellos. Vemos a nuestros antepasados en ellos», explicó, pero «aunque nuestra compasión es ilimitada, nuestros recursos no lo son».
“Estamos hablando [de que lleguen a la ciudad] hasta 100,000 personas de cara al próximo año”, indicó Adams en referencia al envío de solicitantes de asilo desde estados fronterizos.
La Orden Ejecutiva de Emergencia 224 insta “a todos los organismos municipales pertinentes a coordinar sus esfuerzos para responder a la crisis humanitaria de los solicitantes de asilo y construir Centros de Respuesta y Ayuda de Emergencia Humanitaria de la ciudad”.
La ciudad prevé gastar hasta 1,000 millones de dólares en el año fiscal para asistir a los solicitantes de asilo, muchos de los cuales dependen en gran medida de la ayuda pública hasta obtener su permiso de trabajo temporal y asentarse en su nueva vida.
Desde el mes de abril, Nueva York y otras ciudades donde gobierna el Partido Demócrata, como Washington D.C. o Chicago, reciben a diario a decenas de migrantes enviados en autobús por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, en una maniobra para protestar contra la política migratoria del presidente, Joe Biden, a la que también se sumaron los gobernadores republicanos de Arizona, Doug Ducey; y de Florida, Ron DeSantis.
Nueva York ha habilitado hasta ahora 42 hoteles como refugios de emergencia y ha matriculado a 5,500 niños migrantes en escuelas públicas, en una “acción rápida y urgente”, según el alcalde, sin “prácticamente ninguna coordinación de estados que los envían”.
Los alcaldes demócratas han lamentado que los gobernadores que les envían a los solicitantes de asilo no se comunican con ellos para poder recibirlos adecuadamente, al contrario de lo que hace el Gobierno federal cuando traslada a migrantes desde la frontera a otros estados.
Una de cada cinco camas del sistema de albergues para personas sin hogar de la ciudad de Nueva York está actualmente ocupada por un migrante. La repentina afluencia de solicitantes de asilo ha aumentado la población de estos refugios hasta niveles récord.
La ciudad de Nueva York tiene más de 61,000 personas (entre ellas, 20,000 niños) en su sistema de albergues, incluyendo a las personas sin hogar y a los solicitantes de asilo enviados desde otros estados.
Adams culpó al gobernador texano de tensar la situación, afirmando que “miente” sobre su papel en el envío de migrantes a Nueva York y subrayando que “no es de fiar”. Abbott ha gastado hasta 14 millones de dólares en enviar a más de 10,000 migrantes a ciudades como Nueva York, Washington D.C. y Chicago; la capital también ha decretado el estado de emergencia por la llegada de los migrantes.
Pero también la ciudad de El Paso, cuyo alcalde es el demócrata Oscar Leeser, ha enviado a migrantes a Nueva York (más de 7,000) y Chicago (1,800), según el diario Daily Mail. El alcalde de Nueva York le ha pedido que deje de hacerlo, según el diario Texas Tribune.
«En las generaciones futuras habrá muchos estadounidenses que puedan rastrear su historia hasta este momento», dijo el alcalde, «nietos que recordarán el día en que sus abuelos llegaron a la ciudad de Nueva York y encontraron compasión, no crueldad, un lugar donde asentar la cabeza, una comida caliente, una oportunidad para un futuro mejor».
Con información de EFE.