El paso del huracán Ian por Florida llevó a que se posponga un interrogatorio al que iba a someterse este viernes el expresidente estadounidense Donald Trump en el marco de un caso en el que se le acusa de fraude.
Trump tenía previsto responder mañana a las preguntas de los abogados de la acusación en su mansión Mar-a-Lago, pero los letrados optaron por no viajar a Palm Beach (Florida) después de que las autoridades declarasen el estado de emergencia a causa del poderoso huracán.
Ante esa situación, la jueza encargada del caso autorizó a última hora del miércoles el aplazamiento de la reunión y dio de plazo para llevarla a cabo hasta el próximo 31 de octubre, según figura en un documento hecho público por el tribunal.
Ante la llegada del huracán, los representantes de la acusación habían solicitado a Trump trasladar el interrogatorio a otro lugar, proponiendo celebrarlo en la residencia que tiene en Nueva Jersey, pero el equipo legal del expresidente ya se había desplazado a Florida.
Por ello, plantearon la opción de mantener la reunión por videoconferencia, algo que la acusación rechazó.
Las dos partes remitieron ayer varias cartas explicando sus posturas a la jueza del caso, Sarah Cave, que finalmente optó por ampliar el plazo para celebrar el interrogatorio, dado que originalmente vencía este mismo viernes.
La demanda colectiva contra Trump, presentada en 2018 ante un tribunal federal de Nueva York, acusa al magnate, a varios de sus hijos y a la empresa familiar de promocionar a cambio de dinero un negocio fraudulento de marketing multinivel o en red.
Entre otras cosas, la acusación dice que Trump usó su programa de televisión “The Celebrity Apprentice” para dar publicidad a ese negocio.