Amanda Gommo, una mujer de 51 años residente del Reino Unido, terminó en el hospital luego de probar accidentalmente las heces de su perrita .
Los medios de comunicación relataron que la mujer se encontraba tomando una siesta en su vivienda en compañía de su mascota, una chihuahua llamada Belle.
Mientras Amanda dormía, la perrita se posó sobre su rostro e hizo sus necesidades cerca de la boca de ella.
Rápidamente, la ciudadana despertó y corrió al baño para limpiarse. Sin embargo, no pudo quitar el sabor de las heces por horas.
“Era asqueroso y estuve vomitando violentamente durante horas, no podía quitarme el sabor de la boca», expresó a los medios.
A pesar de las precauciones, la mujer empezó a presentar fuertes malestares. Por lo que llamó una ambulancia y, tras esto, el personal de salud le recetó ciertos medicamentos y le recomendó tomar abundante agua.
No obstante, la situación no mejoraba y, tras algunas horas con el malestar, Amanda se contactó con los médicos nuevamente, quienes, al ver su estado, la remitieron a un hospital.
A pesar de las precauciones, la mujer empezó a presentar fuertes malestares. Por lo que llamó una ambulancia y, tras esto, el personal de salud le recetó ciertos medicamentos y le recomendó tomar abundante agua.
No obstante, la situación no mejoraba y, tras algunas horas con el malestar, Amanda se contactó con los médicos nuevamente, quienes, al ver su estado, la remitieron a un hospital.