No cabe duda que las aerolíneas siempre hacen todo lo posible para garantizar que sus aviones eviten grandes tormentas, pero cuando ocurren este tipo de sucesos estando «en el aire» a veces hay que buscar maneras de evitar el problema.
Tal es el caso de un vuelo de JetBlue de Punta Cana a Newark del lunes. La solución fue superar el huracán Fiona, informó The Washington Post.
La aeronave voló entre 30,000 y 34,000 pies, lo que sugiere que habría sido difícil evitar todos los aspectos de la tormenta. Por supuesto, antes de tomar la decisión la aerolínea consultó con la Administración Federal de Aviación (FAA) y había cancelado algunos en consecuencia, pero otros aún así siguieron adelante.
Fiona trajo vientos de hasta 130 millas por hora mientras barrió la República Dominicana y Puerto Rico el miércoles, se convirtió en una tormenta de categoría 4 en su punto máximo el miércoles.
Los datos de FlightAware muestran que el Airbus A320 sobrevoló la entonces tormenta de categoría 2 en su viaje desde la República Dominicana. El lunes por la noche, las nubes de tormenta alcanzaron los 45,000 pies.
«Cada vuelo es planeado por un equipo de expertos que luego monitorean el progreso del vuelo y el clima continuamente», dijo el portavoz de JetBlue, Derek Dombrowski, a Insider en un correo electrónico.
«Es importante entender que al enrutar un vuelo, tanto la dirección como la altura del sistema meteorológico se tienen en cuenta en nuestra toma de decisiones».
Randy Bass, meteorólogo que dirige Bass Weather Services, dijo: «No hubiera querido estar en ese vuelo».
Sin embargo, el meteorólogo y piloto James Aydelott dijo en una entrevista de 2018 con The Points Guy que era seguro volar por encima de un huracán.
La mayoría de los sistemas tropicales y huracanes no eran tan altos como las tormentas eléctricas tradicionales, dijo. «En lo que respecta a volar, no debería haber problemas para volar por encima de un huracán en un avión equipado para monitorear las tapas de eco del radar».
Volar cerca de un huracán aún puede ser un viaje desagradable, con un informe de 2011 de la FAA que sugiere que los aviones «pueden encontrar granizo y turbulencia violenta en cualquier lugar dentro de las 20 millas de tormentas eléctricas muy fuertes».
