La guerra en Ucrania está cambiando de rumbo, según los acontecimientos de las últimas semanas. La contraofensiva ucraniana está recuperando cada vez más terreno invadido por Rusia y las dudas empiezan a surgir en el Kremlin.
Por eso, el régimen de Vladímir Putin está recurriendo a medidas cada vez más desesperadas para enderezar su rumbo en Ucrania. Una de estas es el reclutamiento casi forzoso de presos para enviarlos al frente.
Este viernes se ha difundido un vídeo por redes sociales en el que se ve el traslado de 400 prisioneros de la región de Tambov, sin formación militar, a uno de los campos del grupo Wagner, los mercenarios de ideología neonazi al servicio del régimen de Moscú, antes de ser enviados a Ucrania.
Tal y como recoge el Mirror, los presos han sido advertidos de que los desertores serán «fusilados» sumariamente, pero Putin perdonará a los que sobrevivan seis meses y les permitirá reanudar sus vidas sin importar la naturaleza de sus crímenes.
El hombre a cargo de la campaña para reclutar presos como combatientes en el ejército privado de Wagner es Yevgeny Prigozhin, de 61 años, un amigo cercano de Putin, que ha respondido a las críticas internas por el reclutamiento de presos.
«A los que no les guste esto, que envíen a sus propios hijos al frente. Es la PMC (Compañía Militar Privada) y los prisioneros o tus hijos. Tú decides», dijo Prigozhin.
Hasta ahora, Putin se ha negado a lanzar una movilización a gran escala según la cual todos los hombres mayores de 18 años podrían ser enviados a la guerra, pero hay rumores de que está a punto de anunciar una movilización parcial en ciertas regiones del país.