El rey Carlos III y el resto de los miembros de la familia real salieron de Westminster Hall, luego del breve servicio que marcó la llegada del ataúd de la difunta monarca.
En menos de dos horas, las puertas del salón se abrirán al público para su velatorio.
Las filas ya se están extendiendo por el centro de Londres y se espera un número sin precedentes de dolientes.