El carnicero también compartió una imagen en donde reemplazó las manos del Rey por longanizas reales y la acompañó del texto “Me iré al infierno”.
Hay quienes se toman muy en serio a la realeza, aún hoy en día, y que no aceptan que se burlen de ellos. Sin embargo, hay otros que aman reírse de ellos, sin importar las consecuencias. Aunque en realidad, no hay mucho que la realeza pueda hacer en estos casos, quizás hace 200 años atrás este habría sido un crimen imperdonable, pero hoy en día las monarquías están en declive y estas cosas no se ven como grandes ofensas. Fue un carnicero de Nueva Zelanda quien se mofó de los dedos hinchados del Rey Carlos III.
Fue el sábado 10 de septiembre que Carlos tuvo su coronación luego de la muerte de su madre la Reina Isabel II a la edad de 96 años. Y en 2012 el hombre viajó a Australia, donde hizo noticia por el tamaño de sus dedos. Medios locales le llamaron “dedos de longaniza” y aparentemente fue algo que quedó registrado en la memoria de la gente.
En primera instancia la carnicería publicó una foto del Rey Carlos III pero removió sus dedos de la imagen y le pusieron longanizas reales en reemplazo. Además la imagen iba acompañada del texto “Me iré al infierno“, en referencia a la broma pesada. Pero definitivamente el carnicero no tiene miedo de ir al hogar de Satanás, pues fue un paso más allá con la broma al comenzar a vender los “dedos de longaniza del Rey Carlos”.
Así que ya sabes, si tú o un ser querido estarán pronto en Nueva Zelanda, no se olviden de pasar por Avon’s Butchery a comprobar la historia y probar las famosas longanizas.