El Cádiz-Barça se detuvo por una emergencia médica que se produjo en la grada del estadio Nuevo Mirandilla.
Transcurría el minuto 80 de partido cuando Del Cerro Grande detuvo el juego porque un espectador sufrió un problema que, con el paso de los minutos, se reveló de carácter cardíaco, concretamente un infarto. Varios sanitarios fueron hacia la zona del estadio donde estaba el aficionado afectado, detrás de la portería que en la segunda parte defendía.
Un desfibrilador del Barcelona
Desde el banquillo del Barca incluso se envió a la grada un desfibrilador y al aficionado afectado se le realizó un masaje cardíaco durante muchos minutos. De hecho, fue el portero del Cádiz, Ledesma, quien corrió con el desfibrilador hacia la zona de la grada más cercana para que los aficionados lo fuesen pasando hasta donde estaban los sanitarios que atendían al espectador afectado.