El presidente de Rusia, Vladímir Putin, acudió este jueves a despedirse de Mikhail Gorbachov al hospital moscovita donde el pasado martes falleció el último líder soviético, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov,
La televisión estatal rusa mostró a Putin colocando un ramo de rosas rojas cerca del ataúd abierto de Gorbachov en un gran salón vacío antes de hacer una pausa para un momento de silencio.
Putin inclinó la cabeza, puso brevemente su mano sobre el ataúd y luego hizo la señal de la cruz.
Por otro lado, el presidente ruso no asistirá al funeral del último líder soviético debido a problemas de agenda, dijo Peskov.
“La ceremonia de despedida y el funeral se llevarán a cabo el 3 de septiembre, pero desafortunadamente el horario de trabajo del presidente no le permitirá (asistir)”, dijo el portavoz.
La ceremonia fúnebre de Gorbachov se llevará a cabo el sábado en el Salón de las Columnas de Moscú, históricamente utilizado para los funerales de altos funcionarios, incluido Joseph Stalin en 1953.
El mismo día, Gorbachov será enterrado en el prestigioso cementerio Novodevichy de Moscú junto a su esposa Raisa, fallecida en 1999.
Peskov dijo que habrá “elementos de un funeral de Estado” para Gorbachov, incluida una guardia de honor, y que la ceremonia se organizará con la ayuda del Estado.
Gorbachov cambió el curso de la historia al provocar la desaparición de la Unión Soviética y fue una de las grandes figuras del siglo XX.
Sus reformas como líder soviético transformaron su país y permitieron que Europa del Este se liberara del dominio soviético.
Si bien los cambios que puso en marcha lo ensalzaron en Occidente, se ganaron el desprecio de muchos rusos después de que el país se sumergiera en el caos económico y viera disminuir su influencia internacional.
Putin, quien calificó el colapso soviético como la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX, ha pasado gran parte de su gobierno de más de 20 años revirtiendo partes del legado de Gorbachov.
Al tomar medidas enérgicas contra los medios independientes y la oposición política, dicen los críticos, Putin ha trabajado para deshacer los esfuerzos de Gorbachov para llevar la “glasnost”, o apertura, al sistema soviético.
Y con el lanzamiento a principios de este año de una campaña militar en Ucrania, ha buscado reafirmar la influencia rusa en uno de los países que obtuvo su independencia cuando la Unión Soviética se desmoronó.
Por su parte, Gorbachov fue uno de los principales críticos de Putin en Rusia. En varias ocasiones, algo inusual en la vida política del país, el ex líder soviético denunció hechos de corrupción e incluso llegó a pedir la renuncia del todopoderoso presidente ruso.
La muerte de Gorbachov provocó una avalancha de tributos en Occidente, pero la reacción fue silenciada en Rusia, donde muchos lo culparon por la pérdida del estatus del país como superpotencia mundial.
En una carta de condolencias publicada por el Kremlin, Putin dijo que Gorbachov “fue un político y estadista que tuvo un gran impacto en el curso de la historia mundial”.
“Él dirigió nuestro país durante un período de cambios complejos y dramáticos, política exterior a gran escala, desafíos económicos y sociales”, agregó Putin.