El líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, demuestra que se adapta al tópico de muchos otros dictadores y su obsesión por su seguridad. Por ello, no sorprende conocer una de sus últimas decisiones.
Tal y como recoge The Sun, Kim Jong-un ha construido varias mansiones nuevas que harán de residencia, para que los posibles asesinos que intenten un magnicidio nunca sepan dónde encontrarlo.
Las casas de lujo se han erigido en el complejo Ch’angkwangsan, en el corazón de la capital, Pyongyang. Estas mansiones evitarían un ataque selectivo realizado desde otro país.
El complejo de Ch’angkwangsan está frente a la sede del partido gobernante y es solo uno de los 13 disponibles para el dictador, su familia y sus colaboradores cercanos en todo el país.
El complejo Ch’angkwangsan también está cerca de varios lugares donde los líderes de Corea del Norte realizan eventos nacionales, así como de la zona de restaurantes de Pyongyang.
Los expertos en Corea del Norte creen que además de las mansiones, Kim Jong-un recurre a otras soluciones para garantizar su seguridad como búnkeres subterráneos o pasadizos que comunican las viviendas. Kim Jong-un es desde 2011 el líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, que a su vez heredó el cargo de su padre, Kim Il-sung.
