Los azotes regresan este año escolar a las aulas de Cassville, un pueblo de 3.000 habitantes del estado de Missouri, en Estados Unidos, donde el distrito ha anunciado que permitirá el castigo corporal para cualquier estudiante rebelde cuyos padres den su autorización, según ha informado la cadena CNN.
Esta semana, los colegios les informaron a los padres de esta nueva política en una reunión abierta y les entregaron formularios de consentimiento para que los firmaran, según destacó un padre que asistió a la reunión.
«Al final del día, esto le da a la escuela una herramienta más para disciplinar a un niño, sin tener que enviarlo a casa suspendido donde solo jugarían videojuegos», dijo Dylan Burns, de 28 años, un agricultor local que está de acuerdo con la nueva medida.
Castigo «constitucional»
Los azotes fueron ampliamente utilizados durante los siglos XIX y XX en las escuelas estadounidenses para disciplinar a los niños. En 1977 la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que el castigo corporal en las escuelas es constitucional y así le otorgó a los estados la posibilidad de decidir si prohibían esta práctica o no. En la mayoría de ellos es ilegal, pero 19 estados todavía lo permiten, según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente.
El distrito escolar de Cassville, compuesto por 1.900 estudiantes, adoptó formalmente la política en el mes de junio. Sin embargo, aclaran que el castigo corporal es una opción «solo cuando todos los demás medios alternativos de disciplina han fallado» y debe administrarse sin ninguna «posibilidad de lesión o daño corporal». Además, el distrito explica que «no está permitido golpear a un estudiante en la cabeza o la cara».