Esta semana se ha conocido que el FBI registró la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago (Florida), donde encontró material clasificado que el expresidente se había llevado. Ahora, se ha revelado que el magnate sospecha que alguien de dentro le está traicionado, y es muy cercano.
Tal y como recoge el Mirror, un funcionario le dijo a la revista Newsweek que la redada del FBI se basó en la información proporcionada a este organismo por una fuente fiable, conocida como ‘CI-1’.
George Conway, el abogado y esposo de la exasesora de Trump, Kellyanne Conway, recurrió a Twitter para preguntarse quién podría ser la fuente. El Mirror recoge que Trump sospecha de su mujer, Melania, o algún otro miembro de su familia.
Entre otro material clasificado, se cree que los agentes del FBI buscaban en Mar-a-Lago específicamente documentos sobre armas nucleares. No se especificó si estos documentos en particular involucraban el propio arsenal nuclear de Estados Unidos o el de otro país.
El FBI tuvo que buscar la aprobación de un juez federal para realizar la búsqueda del 10 de agosto, lo que significa que tenían que demostrar por qué pensaban que se encontrarían pruebas de ilegalidad.
Además, Trump cree que todos estos registros parten de una decisión orquestada por su sucesor, el presidente Joe Biden. Trump ha politizado fuertemente la redada, alegando que fue llevada a cabo por el «estado profundo» en su contra.
El FBI, por su parte, insiste en que no hubo ningún motivo político detrás de la redada y que estaban tratando de evitar que se violara la seguridad y que se destruyeran los documentos.