Las autoridades sanitarias estadounidenses creen que conseguirán contener el actual brote de viruela del mono en Estados Unidos, pero están teniendo «muchas conversaciones» para prepararse en el caso de que la enfermedad se vuelva endémica, según la Casa Blanca.
«Si comunicamos las cosas correctamente, en términos de estrategias para limitar la exposición (al virus), y ponemos más vacunas a disposición de la gente, vamos a conseguir dar grandes pasos para contenerlo», aseguró, en una entrevista con Efe, el coordinador adjunto del equipo de respuesta a la viruela del mono de la Casa Blanca, Demetre Daskalakis.
«Dicho eso, todos somos previsores y hay muchas conversaciones teniendo lugar sobre lo que haremos para ir más allá de la (declaración de) emergencia en el caso» de que la enfermedad se vuelva endémica en Estados Unidos, añadió.
Daskalakis lleva desde el lunes como segundo al mando del equipo de respuesta que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha ordenado formar, en parte respondiendo a las críticas de que su Administración no había actuado lo suficientemente rápido para contener el brote.
El experto explicó que, por ahora, la prioridad del grupo de respuesta será asegurar el acceso a test para detectar la enfermedad, asegurarse de que están respondiendo a las necesidades específicas de las comunidades afectadas y mejorar el acceso a vacunas, uno de los puntos por los que más críticas ha recibido el Gobierno de Biden.
La semana pasada, las autoridades sanitarias anunciaron que más de un millón de vacunas contra la enfermedad serían puestas a disposición de los estados en los próximos días, de las cuales ya se han entregado 600.000.
Además, esperan recibir otras 150.000 dosis en septiembre y vacunas adicionales en octubre y noviembre.
En Estados Unidos se han registrado ya más de 6.500 contagios de viruela del mono, una enfermedad que, como en muchos otros países, apenas tenía presencia hasta hace pocos meses, cuando comenzó el actual brote, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha calificado como emergencia sanitaria internacional.
Con información de EFE