Según autoridades un 75% de las mujeres que son detenidas ligadas a estructuras criminales se unen por su cuenta, mientras que un 25% son obligadas a pertencer a estas maras y pandillas.
La voluntad de pertencer a estas estructuras criminales obedece a la falta de oportunidades que las obligan a delinquir para poder sobrevivir, mientras que la otra parte son obligadas por tener familiares directos que pertenecen a estas estructuras.
Autoridades de Derechos Humanos por su parte piden procesos efectivos de reinsección a la sociedad para no repetir lo que en primera instancia los llevó a la cárcel.

