Si fuera por visitas de autoridades, los bordos durarían por siglos, pero los vecinos de estos lugares en el valle de Sula temen que con las lluvias que caen en la zona durante el invierno y la temporada ciclónica los denominados «bordos de azúcar» vuelvan a ceder.
Autoridades del gobierno anterior y del actual han hecho sendos recorrido y promesas sin embargo a la fecha estas han quedado solo en palabras y lo pobladores viven una angustiosa zozobra cada vez que llueve.
Piden respuestas y rendición de cuentas tras tanto fondos supuestamente destinados para estas reparaciones.
Unos 65 millones de lempiras en cultivos se perdieron en la zona, incluyendo ganado.