El papa Francisco se disculpó «por el mal cometido por tantos cristianos» en el «catastrófico» sistema de internados de Canadá para niños indígenas.
«Pido perdón, en particular, por la cooperación de muchos miembros de la Iglesia en proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada», dijo, dirigiéndose a sobrevivientes y miembros de la comunidad indígena en el sur de Edmonton, en la provincia canadiense de Alberta.
Los líderes indígenas presentes en la reunión con Francisco, aceptaron la disculpa, muchos emocionados, pero también dijeron que su gente espera que él tome más medidas para obtener reparaciones.
A principios del siglo XIX, el gobierno separó a los niños indígenas a la fuerza de sus familias para llevarlos a instituciones residenciales bajo la administración de la Iglesia Católica.