Holly Cheesman vivió un momento muy vergonzoso luego de que el dueño de la propiedad la exhibió por tomarse fotos en su fachada.
Por ganar seguidores y tener miles de Me gusta en sus publicaciones, algunos influencers son capaces de todo: desde violentar alguien, como el caso del colombiano Carlos Feria que fue acusado de maltrato con su hija por las bromas que le hacía, hasta mentir.
Este segundo aspecto lo ejemplifica Holly Cheesman, joven con más de 15 mil seguidores en Instagram que vivió un momento muy vergonzoso luego de tomarse fotos en la fachada de una mansión en Australia.
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Resulta que el dueño de la lujosa propiedad, Nick McDonald, captó a través de una cámara de vigilancia el momento en que Holly se realizó una sesión de fotos en bikini en su entrada. Y decidió compartir el video en redes sociales.
En la grabación, que dura pocos segundos, se ve a Cheesman dándole su teléfono a alguien para que le tome un retrato. Tras esto, ella deja caer sus pantalones hasta sus tobillos para mostrar su bikini, pero de inmediato se vuelve a poner la prenda.
En una entrevista para un medio de comunicación local, el dueño señaló que la casa es muy llamativa para los turistas, quienes constantemente se hacen fotografías en la fachada, pero lo que hizo Holly fue lo más atrevido.
“A menudo llego a casa y hay gente en la entrada tomándose fotos, y siempre se sienten muy avergonzados, pero esta fue probablemente la más atrevida de todas”, dijo McDonald al sitio Real State.
Destaca que la joven influencer no se ha pronunciado ante esta polémica, pero mantiene una de las fotos que se tomó en la mansión en su perfil de Instagram.
