Este edificio colonial de 1930 construido frente al mar, quedó en manos de los manifestantes el pasado 9 de julio, cuando miles de personas, enardecidas por la crisis económica en la que está sumergida el país, derribaron los controles de seguridad de la Secretaría, el despacho del primer ministro y el palacio presidencial.
El entonces presidente Gotabaya Rajapaksa, se vio obligado a salir primero su residencia oficial, y luego a abandonar el cargo y el país ante las masivas protestas.
Los manifestantes acordaron días después, devolver varias de estas instalaciones, tras días recorriendo los pasillos del palacio presidencial, pero la Secretaría de la Presidencia, en el corazón de la capital, quedó en manos de los manifestantes como botín simbólico de la inédita revuelta.
40 mil libros donados
Dos hileras de sillas y una colección de unos 40 mil libros donados por los propios manifestantes ocupa ahora el salón de entrada del edificio neobarroco, construido durante la era colonial británica y que albergó una vez el Consejo Legislativo de la antigua Ceilán.
Las estatuas de DS Senanayake, Dudley Senanayake, Sir John Kotalawela, los primeros dirigentes de Ceilán, han sido cubiertas con mascarillas, mientras que una bandera negra y el estandarte de «la marcha de la lucha del pueblo» son ahora los símbolos del edifico de casi un siglo de antigüedad.