Hasta el momento, no hay evidencia que sugiera que Centaurus, la nueva subvariante de Ómicron conduzca a una forma más grave de infección, aunque los científicos están en una etapa muy temprana para saberlo.
Asimismo, la evidencia sobre su transmisibilidad y evasión inmune, también es aún preliminar y emergente, según un comunicado del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda, donde ya se ha detectado esta variante.
Si bien no se sabe mucho sobre la nueva cepa, los expertos en salud han expresado su preocupación al respecto. En los últimos meses, se dio una tendencia de variantes de segunda generación, basadas en los sublinajes: BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5 de ómicron.
Hasta ahora las variantes de segunda generación solo se han encontrado en unos pocos casos dentro de una región. Pero BA.2.75 se ha extendido a múltiples regiones.