Al menos 320 personas murieron ayer lunes en un ataque de presuntos rebeldes del Ejército de Liberación Oromo (OLA) en la región de Oromía, en el oeste de Etiopía, entre las que se encontraban varias mujeres y niños, según confirmó un residente de la zona que fue testigo del ataque.
El testigo, quien quiso mantener su anonimato por motivos de seguridad, aseguró a última hora de ayer que rebeldes del OLA dispararon contra residentes de la etnia amhara, la segunda mayoritaria del país, en la provincia de Kelem Welega.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, responsabilizó de la matanza al OLA, catalogado por el Ejecutivo como grupo terrorista desde 2020 y al cual el gobierno se refiere como OLF-Shene. Sin embargo, el OLA negó su implicación en los hechos. Además, el mandatario lamentó la muerte de los civiles a través de su cuenta de Twitter.
Testigos aseguraron que las fuerzas regionales no pudieron acceder al área atacada hasta la llegada de tropas adicionales debido al fuerte despliegue de fuerzas rebeldes.